sábado, 19 de enero de 2013

1.La boda

Advertencia: Los personajes pertenecen al profesor JRR Tolkien, mientras que la historia es solo una traducción de otra ya creada. 


La boda

El aire era solemne, pero alegre al mismo tiempo, correspondía a la unión de dos personas extraordinarias -dos razas extraordinarias. La tierra media no había visto una unión como esta desde hace mucho tiempo, y es probable que no la vea más.

El sacerdote pregunto por tercera vez; ¿Quiere usted, rey Elessar, tomar a esta mujer para ser su reina?
Aragorn miro a la mujer radiante frente a él y sonrió. No necesitaba las tres preguntas del sacerdote, su respuesta sería la misma hasta el final de la eternidad.
"Con todo mi corazón" - respondió.
"Y usted, señorita Arwen Evenstar, ¿toma a este hombre para ser su señor y marido?
"Sin remordimientos" - respondió ella.
Arwen miró los ojos sonrientes de Aragorn y una vez más reafirmo su devoción a este hombre.
El sacerdote asintió. Las respuestas marcaron el final de la ceremonia.
"Por los poderes que me confieren, los declaro Rey y Reina, casados ante los ojos del hombre".
La pareja de recién casados inclino la cabeza para recibir la bendición del sacerdote. Este habló brevemente con ellos acerca de los deberes del uno con el otro, pero fue una mera formalidad. Arwen y Aragorn se habían casado en su corazón desde hace ya mucho tiempo aquí, y habían aprendido sus lecciones de amor y devoción muy bien.
Cuando el sacerdote termino, la pareja se bajó de la tarima y cruzó el suelo del templo al balcón real. Al entrar al arco, el mayordomo que esperaba alzó la voz para anunciar: "Todo Gondor alaba a su señora, la Reina Arwen".
Una gran ovación surgió de la multitud cuando Aragorn presentó su reina al pueblo. Ella saludo amablemente  a su nueva gente y luego tranquilamente se situó al lado de Aragorn mientras el pueblo vitoreaba y aplaudía continuamente.
Había tanto amor y alegría en esas personas que Arwen se quedo atónita. A pesar de las penurias que habían sufrido, y de todas las épocas oscuras que habían vivido, todavía podían amar a su rey y hacer un espacio para ella en sus corazones. Había subestimado una vez más a la raza del hombre. Ella sacudió su cabeza - se trataba de su pueblo ahora y ella era uno de ellos. Ella era su reina - humana, mortal, infinitamente frágil, pero también infinitamente valiosa.
Ella miro a Aragorn, y se dio cuenta una vez más que ella no lo querría de otra manera.

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